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El Aguinaldo NO es un Regalo, es un Derecho (para algunos)
Uno de los mitos más comunes sobre el aguinaldo de Navidad es pensar que se trata de un simple regalo. La realidad es más compleja y depende directamente de tu sector laboral. Para los trabajadores del sector público y los pensionados, el aguinaldo es un derecho garantizado por ley. Sin embargo, para quienes trabajan en el sector privado, su entrega es, en principio, voluntaria y depende de otros factores.
Cada año, el aguinaldo para el sector público se fija a través de la Ley de Reajuste de Remuneraciones. Por ejemplo, para el año 2023, la Ley N° 21.647 estableció los montos y condiciones. Este marco legal asegura que millones de funcionarios públicos y pensionados reciban este beneficio de forma sistemática y predecible.
¿Y qué pasa en el Sector Privado?
En el mundo privado, la obligación de pagar el aguinaldo no nace de una ley general, sino de un acuerdo entre las partes. La entrega se vuelve obligatoria si está estipulada en alguna de las siguientes instancias:
- Contrato Individual: Si el aguinaldo está explícitamente mencionado como un beneficio en tu contrato de trabajo, el empleador tiene la obligación legal de pagarlo.
- Convenio Colectivo: Acuerdos logrados por los sindicatos a través de la negociación colectiva a menudo incluyen el aguinaldo como un derecho para todos los trabajadores cubiertos por dicho convenio.
- Política de la Empresa: Si la empresa lo ha otorgado de forma consistente y periódica en años anteriores, aunque no esté por escrito.
Este último punto es clave. Si un empleador ha pagado el aguinaldo de forma constante a lo largo del tiempo (generalmente por dos o más años consecutivos), se configura lo que legalmente se conoce como un “derecho adquirido” o “cláusula tácita”. Esto significa que el beneficio pasa a ser parte de tu contrato de trabajo y el empleador no puede eliminarlo unilateralmente. Conocer este principio es fundamental para defender tus derechos laborales.
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